Wednesday, January 14, 2009

La bebida del clérigo embriagado

“Milagro XX: El clérigo embriagado” por Gonzalo de Berceo

Este poema, aunque del Siglo XIII, cuenta metafóricamente una historia repetida en cada vida humana de cualquier época. Se trata del pecado. Para el monje del poema, el pecado viene de forma alcohólica. Es claro que la bebida no es el peligro en sí mismo. La bebida en cantidades grandísimas hace que el enemigo pueda afligir el monje espiritualmente, y el diablo aparece en tres formas ante el monje.

¿Es posible que todos pecados hagan que el enemigo pueda afligirse? Aunque la Biblia exige que toda la gente sea sin pecado, ¿qué es el pecado? Hay dos opciones: o el pecado es corrupción y malo y peligroso en sí mismo, o el pecado facilita otros peligros más terribles y peligrosos. Yo prefiero la segunda porque reconoce la importancia de la muerte del Señor. Ser sin pecado no es sólo un boleto para viajar al cielo en vez del infierno. La pena del pecado no es omisión de un premio celestial, pero es sufrir. La muerte del Señor Jesucristo fue labor de merced; fue rescatar humanidad del sufrir por darla su propio fuerza y rectitud. Pecar es como deshacer este rescate.

Otra evidencia de esta definición del pecado es que usualmente los pecados se acompañan con otros. Para el monje del poema, Dios lo rescata otra vez por la Santa Virgen, tal como lo rescata a alguien por cualquiera manera cuando le ruega en medio de una vida pecaminosa.

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