Quiero afirmar que Don Quijote es sano, porque se porta en una manera semejante con cada otro individuo. Quiero afirmar que sólo es enamorada de la caballería y una edad romántica de la historia humana. Quiero afirmar que su comportamiento es completamente natural y cuerdo, pero no lo puedo. Temo que si yo condeno a Don Quijote a la locura, condeno a mí mismo también por comportarme igualmente de vez en cuando.
A pesar de todo eso, la verdad es que Don Quijote es ilusionado y que se comporta así. Aunque es inteligente—eso se puede ver por su obsesión con los libros y su habilidad de leer mucho—es ignorante e inconsciente de todo lo obvio. Lleva armas insuficientes, porque son antiguas en vez de que son útiles. Nuestro autor Cervantes también menciona que retira de la vida de hidalgo sosegado a la de caballero andante cuando pierde su juicio. Se enamora con una mujer la cual no conoce, la cual en realidad no existe porque él la inventó. Vuelve a otra salida, aunque fue herido en la primera. No es cuerdo porque es inconsciente de todo lo obvio y porque renuncia la verdad.
Aunque Don Quijote es ilusionado, no sé las implicaciones de su locura. Parece que hace muchas cosas buenas por su comportamiento ilusionado, y nadie excepto él mismo sufre físicamente por ello.
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